sábado, 13 de septiembre de 2014

COMO CONDUCIR EN CONDICIONES DE LLUVIA


Todos sabemos que la conducción bajo los efectos de la lluvia implica aumentar la concentración para evitar posibles imprevistos, lo que consecuentemente conlleva un aumento de la fatiga.

A continuación vamos a tratar varios aspectos que aumentaran nuestra seguridad y la de otros vehículos en calles mojadas.



Antes de comenzar cualquier viaje es necesario comprobar el estado de los neumáticos de nuestro vehículo, como presión y profundidad de la banda de rodadura, importante en seco pero que en conducciones meteorológicas adversas todavía lo es más, como veremos más adelante.



Se debe tener especial atención con las primeras lluvias, ya que junto con los sedimentos de la carretera y el aceite que pueda existir en el asfalto seco hace que se forme una pátina resbaladiza muy peligrosa. Durante la primera hora de lluvia deberemos tomar las debidas precauciones para evitar perder el control del vehículo, disminuyendo la velocidad para evitar los derrapes. Al disminuir la velocidad la banda de rodadura consigue un mayor contacto con la vía, redundando en una mejor tracción sobre el asfalto.

En el caso de un derrapaje no se debe frenar con fuerza. Si el vehículo dispone del sistema ABS (antibloqueo de frenos) no deberemos bombear los frenos. La forma de actuar es pisando el pedal con firmeza y con regularidad, dirigiendo el coche en la dirección hacia la que se está derrapando.
Evitaremos frenar lo mínimo posible, lo que conseguiremos aumentando la distancia de seguridad (en carretera mojada tardaremos el triple de tiempo en frenar que en asfalto seco) y en la medida de lo posible seguir la huella del vehículo que nos precede nos ayudara a reaccionar ante cualquier imprevisto.



Un aspecto fundamental es el funcionamiento correcto de todo el sistema de alumbrado, importante ya no solo para nuestra propia visibilidad de la vía, sino para que los demás conductores nos vean. Si las circunstancias lo requieren y el vehículo que conducimos dispone de luces antiniebla traseras, deberemos encenderlas si la lluvia es muy intensa.




Anteriormente comentábamos la importancia de la profundidad de la banda de rodadura de los neumáticos y la correcta presión de los mismos. Cuando los neumáticos son incapaces de evacuar toda el agua entre la rueda y el suelo, se forma una película a presión que hace que el coche se levante y derrape sobre una fina capa de agua, el fenómeno llamado aquaplaning tan temido por los conductores. Las posibilidades de que se produzca son directamente proporcionales a la cantidad de agua, al desgaste de los neumáticos, la presión de las ruedas, y sobre todo a la velocidad a la que se circula, por lo que deberemos tomar las debidas precauciones para evitarlo.
Si este se llegara a producir lo más contraproducente es tocar el freno, deberemos mantener la calma y sujetar el volante, levantando el pie del acelerador e intentando seguir la trayectoria, sin realizar giros bruscos, hasta que las ruedas estén preparadas para seguir por la trayectoria adecuada.


Cuando la lluvia sea extrema y las condiciones de visibilidad así lo requieran, deberemos tomar la decisión de parar el vehículo en un área de servicio o zonas habilitadas, y si fuera necesario hacerlo en el arcén, lo más apartado que se pueda de la calle, manteniendo las luces encendidas, además de conectar las luces de emergencia como aviso a otros conductores.

Otro aspecto a tener en cuenta en condiciones de mojado es el secado de las pastillas de los frenos, para ello presionaremos el pedal de frenado ligeramente.

No debemos olvidar como ya hemos comentado que la conducción en condiciones de lluvia aumenta la fatiga por lo que deberemos descansar cada 2 horas o 200 kilómetros.

Por último y como resumen dejamos estos 10 puntos que hay que tomar en cuenta al manejar en condiciones de lluvia:

1. Verifica el estado de las llantas
Realizar una rápida pero correcta revisión de la presión de aire puede reducir 50% la probabilidad de derrapes y deslizamientos. Ayúdate del manual de tu automóvil para conocer cuál es la presión correcta para ciudad y carretera.

2. Disminuye la velocidad
Aunque vayas 20 minutos tarde recuerda que la mezcla de aceite, lluvia y basura vuelven el asfalto resbaladizo. ¿Sabías que, de acuerdo al Informe sobre Seguridad Vial 2013 de la OMS, sólo 59 países, menos del 39% de la población mundial, tienen un límite de velocidad en la ciudad?

3. Respeta la distancia entre autos
Es importante prever que nuestros zapatos podrían estar mojados y resbalar de los pedales sin aviso; aumentar la distancia es lo más recomendable ya que con este clima el auto se tarda más en frenar.

4. Revisa las luces
Y comprueba que tanto las delanteras, traseras, de frenos e intermitentes prendan y apaguen sin fallas.

5. Detén el vehículo
Cuando notes que la lluvia es muy intensa y tengas poca visibilidad, es mejor llegar un poco tarde que no llegar.

6. Utiliza el cinturón de seguridad

Tanto tú como tus pasajeros sin falta. Actualmente 5 de cada 10 mexicanos no lo usaban al momento de un accidente.

7. No manejes cansado
En caso de que tengas que realizar un viaje largo, toma un descanso cada dos horas. No hay mejor medida de precaución que manejar 100% alerta.

8. Revisa tu póliza
Asegúrate de tener vigente el seguro del auto, no seas uno de esos 7 de cada 10 que no cuentan uno, recuerda que el 78.5% de los choques son a consecuencia del conductor.

9. Mantén limpio el parabrisas
Tanto por dentro como por fuera, así evitarás que alguna basura pueda adherirse y limitar tu espacio de visión.

10. Extrema precauciones
En la noche, es mucho más difícil notar a los ciclistas, animales o peatones que puedan aparecer a mitad del camino, sobre todo en medio de un diluvio. En el país el 70% de los accidentes que involucran un atropellado son a causa de un auto y 30% de un camión.

"Tu seguridad, nuestro compromiso"

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