jueves, 15 de mayo de 2014

Aspectos de Seguridad en Grúas Autopropulsadas (parte2)

LLEGADA AL LUGAR DE TRABAJO. 
MONTAJE DE LA GRÚA

Analizado el perfecto funcionamiento de la grúa, el gruista deberá desplazarse hasta el lugar fijado para la realización del trabajo siguiendo la normativa de circulación vigente. Una vez allí se procederá al montaje de la máquina, para lo cual se seguirán estrictamente las instrucciones del fabricante y se balizará la zona de trabajo para impedir el acceso de personas ajenas a la dirección de la obra. 
A la hora de elegir un adecuado emplazamiento deben tenerse en cuenta dos factores: condiciones del terreno y la no existencia de obstáculos en el radio y altura de trabajo.
Con respecto al primero, antes de proceder al montaje de la grúa móvil se inspeccionará con detalle el terreno de manera que la resistencia del suelo sea la apropiada para aguantar la presión. En este sentido es conveniente comprobar que el lugar elegido para situar la grúa no contenga conducciones subterráneas (tuberías, conducciones de gas…) y que se encuentre alejado de excavaciones, fosos o taludes, así como de aquellos en los que se han realizado movimientos de tierra. La distancia de seguridad a taludes y fosos se mide apartir de la profundidad de los mismos.
a) Terreno blando o terraplenado: dos veces la profundidad del foso o talud (B2 = 2×h).
b) Terreno duro o natural: la distancia debe ser como mínimo igual a la altura del foso o talud (B1 = 1×h).



En cuanto al segundo, se deben tomar los radios y alturas de 
trabajo menores posibles, siguiendo las tablas de carga aportadas por el fabricante, evitando desobedecer las indicaciones que en ellas nos encontramos, ya que pueden suponer un serio peligro para los trabajadores, como así obedecen las estadísticas. Uno de los mayores riesgos que afecta a esta parcela lo aportan las líneas eléctricas. Para una mayor seguridad, la empresa usuaria de la grúa solicitará de la compañía eléctrica el corte del servicio.
De no ser esto factible, se informará a los trabajadores de los riesgos y medidas de prevención, se protegerá la línea mediante una pantalla de protección y se señalizará la zona. Si esto no fuese posible, se deberá guardar, como mínimo, una distancia de entre 3 y 7 m (dependiendo de la tensión de la línea) desde el extremo de la pluma a la línea eléctrica (teniendo en cuenta el efecto de balanceo producido por el viento), evitando así el contacto accidental o que se produzca un salto del arco eléctrico.
Por último, se procurará usar accesorios de elevación aislantes (eslingas de poliéster...), aislar los enganches y contar con dispositivos de alarma eficaces (detectores de tensión).

SITUACIONES CON TRABAJOS PRÓXIMOS A LÍNEAS DE ALTA TENSIÓN (DESPIECE)

Una de las principales causas de accidentes en una grúa móvil autopropulsada se produce por contacto con una línea eléctrica. 

En estos casos, si usted es el conductor:

– Permanezca en la cabina y maniobre intentando que cese el contacto con la línea eléctrica.    No sea presa del pánico.
– Aleje el vehículo del lugar e impida que nadie se acerque a los neumáticos que permanezcan inflados.
– Si no le resulta posible que cese el contacto (sin provocar la rotura de la línea) permanezca en la cabina, manteniendo a las personas alejadas, hasta que la línea haya sido desconectada.
– Si el vehículo se incendia o se ve obligado a abandonarlo:
• Compruebe que no existen cables de línea en el suelo o sobre el vehículo, en cuyo caso abandonará éste por el lado contrario.
• Descienda del vehículo de un salto, evitando siempre tocar el vehículo y el suelo al mismo tiempo. Procure caer lo más lejos de la cabina, con los pies juntos y ande con los pies lo más pegados posible, dando pasos pequeños, a saltos o manteniendo un solo punto de contacto con el suelo (un solo pie) y evitando cualquier objeto que haya en la zona. No se deben dar pasos largos porque es posible que la diferencia de potencial entre ambos pies sea lo suficientemente grande como para convertirse en mortal.

Por el contrario, si está usted presente:

– Aléjese del lugar y no intente socorrer a los posibles accidentados.
– Si observa que el contacto con la línea persiste o que se ha desprendido o roto algún conductor (cable), llame a la compañía eléctrica para que desconecte la línea.
– Si hay accidentados avise a una ambulancia, solicite asistencia médica, Conozca como auxiliar a los posibles accidentados 
Si el accidente es en una línea de alta tensión:
– Acérquese sólo cuando el contacto con la línea haya cesado.Y si hay cables caídos cerca del accidentado, únicamente cuando la compañía eléctrica haya desconectado (recuerde que aunque parezca que la corriente ha cesado, volverá a los pocos minutos, pues por lo general se conecta automáticamente después de un fallo).

Si el accidente es en una línea de baja tensión:

– Si persiste el contacto o hay cables caídos podrá socorrer usando objetos aislantes (palos de madera, plásticos, guantes aislantes...).
Una vez sin tensión, se realizará la reanimación inmediatamente, se aflojarán las ropas de la víctima y se comprobará el pulso y respiración, intentando reestablecer ésta si fuese necesario y continuando hasta la llegada de asistencia sanitaria o el restablecimiento de los signos vitales.
Después de cerciorarse de que no existe peligro en la zona se procederá a la estabilización de la grúa.

PASOS PARA LA ESTABILIZACIÓN

La estabilización de la grúa se realiza mediante los estabilizadores, cuya finalidad es aumentar el polígono de sustentación de la grúa y, por tanto, su estabilidad y su momento resistente al vuelco.
Deberemos cerciorarnos de que no existe ninguna persona u objeto que pueda correr un riesgo o interrumpir el proceso de estabilización. 

Una vez comprobado se procederá a:

– Extender totalmente los largueros corredizos y, en caso de no ser posible, se extenderán teniendo en cuenta las indicaciones del fabricante respecto a la pérdida de capacidad de carga.
– No olvidar embulonarlos, ya que, en caso contrario, se produciría un desajuste de la superficie de apoyo.
– Extender los cilindros de apoyo (gatos) hasta que las ruedas ya no tengan contacto con el suelo.
– No olvidar fijar las placas de apoyo con sus correspondientes horquillas, ya que si no podrían salirse y no volver a realojarse en su posición original.
– Si el terreno es blando o inestable se usarán placas de reparto (calzos) para ampliar la superficie de apoyo y disminuir así la presión transmitida al suelo. Éste ha de ser rígido, firme y de una superficie de al menos tres veces la del plato (traviesas de ferrocarril, placas de teflón o acero...).
– El plato debe apoyar toda su superficie dentro del calzo. Éste debe estar bien nivelado, garantizando un ángulo de 90° entre la pata del cilindro de apoyo y su plato.
– Nunca calzar bajo los largueros corredizos, ya que esto acercaría el eje de vuelco al centro de gravedad de la grúa, con el consiguiente peligro de vuelco de la grúa.
– Cuando sea necesario un calzo alto, se cruzarán ordenadamente los tablones de cada capa sobre la anterior.
Por último, nos cercioraremos de la correcta nivelación de la grúa. 



En el proceso de montaje de la grúa es posible encontrar una situación determinada, el montaje del plumín (punta rebatible) y que, de no ser correctamente colocada, puede provocar accidentes de gravedad. Se deberán seguir las normas de seguridad que recoge el fabricante, pero en especial:
– Se usará arnés de seguridad (para alturas superiores a dos metros), que se enganchará en la estructura de la grúa, además del medio auxiliar adecuado (escalera manual, andamio, plataforma elevadora...).
– Retraer completamente la pluma telescópica y colocarla en posición 0º.
– Asegurar siempre todos los bulones mediante sus correspondientes seguros o clips de seguridad.
– Usar un cable o cuerda apropiados para evitar el giro involuntario del plumín durante su montaje.
– No se deben encontrar personas u obstáculos en la zona de movimiento del plumín.
– Nunca dejar completamente suelto (desembulonado) el plumín durante su montaje/desmontaje. Podría caer al suelo y provocar un accidente grave.

COMENZAR A TRABAJAR



El primer paso a realizar tras estabilizar y nivelar correctamente nuestra grúa móvil autopropulsada será el de designar, si es necesario y las condiciones de visibilidad lo requieren, a un encargado de señales, la única persona a la que el gruista deberá obedecer.

Dicha persona estará perfectamente identificada mediante brazalete o peto reflectante y deberá poseer la formación adecuada. Las órdenes serán emitidas mediante un código de ademanes que deberán conocer perfectamente tanto el encargado de maniobra como el gruista. 
Véase el código de señales más común.

El ascenso y descenso a la grúa se hará por los lugares habilitados (peldaños y asideros), utilizando ambas manos y mirando hacia la grúa, pero nunca saltando.



A continuación, el profesional deberá prestar especial atención a dos de las maniobras más importantes en una grúa autopropulsada: el izado y la descarga, que requieren normas específicas de seguridad. 

Las normas a seguir para el izado son:

1. Es esencial evitar el paso de cargas sobre personas o vehículos, acotando la zona de radio de acción de la grúa o, en caso de ser esto inevitable, emitiendo señales de aviso previamente establecidas y conocidas por el personal.
2. Se prohibirá el transporte de personas colgadas del gancho o encaramadas sobre la carga.
3. No dejar que nadie se suba a la grúa.
4. No operar con la grúa cuando la escasa visibilidad haga que la operación resulte peligrosa y extremar la precaución ante condiciones climáticas adversas.
5. Seguir las indicaciones del fabricante en cuanto a la velocidad del viento permitida para operar con la grúa.
6. Verificar que la carga está amarrada y sujeta al gancho.
7. Nunca abandonar la grúa con una carga suspendida. Si fuese necesario salir de la grúa, se bajará la carga al suelo y se detendrá el motor antes de salir de la cabina.
8. Nunca manejar la grúa desde otra posición que no sea el asiento del conductor (por ejemplo, asomándose por la ventanilla).
9. A ser posible, siempre se ha de mover la carga muy cerca del suelo.
10. Evitar oscilaciones pendulares, ya que cuando la masa de la carga es grande pueden adquirir amplitudes que pondrían en peligro la estabilidad de la máquina.
11. Nunca tirar de lado con la pluma (tiro oblicuo). Esto produciría un esfuerzo lateral, reduciéndose la capacidad de la pluma. Los esfuerzos laterales son unas de las principales causas de quiebro de la pluma por fallo estructural.
12. No intentar izar cargas ancladas al terreno, ya que podría provocar el vuelco de la grúa.
13. No levantar postes, pilotes o artículos sumergidos que puedan tener una gran acumulación de barro, sedimentos, arena...
14. Si la carga a elevar comprende piezas sueltas, hay que fijarlas de manera que no puedan caer al suelo. No izar materiales de distinta naturaleza ni izar varias cargas al mismo tiempo.
15. Durante el izado de la carga se evitará que el gancho alcance la mínima distancia admisible por el fin de carrera con objeto de no originar un desgaste prematuro de los contactos.
16. Las maniobras deberán comenzar muy lentamente, tensando los cables antes de comenzar la elevación.
17. No se deberá, en ningún caso, superar la carga máxima de la grúa ni la extensión máxima de la pluma en función de dicha carga (comprobar las tablas de carga).
18. Se aconseja el uso de cable guiador para la carga, lo que evitará movimientos involuntarios de la carga y, por consiguiente, posibles daños. 

La maniobra de descarga requiere, por su parte, las siguientes normas de seguridad:

1. Al depositar la pieza no se dejarán los útiles de izado sin tensión hasta asegurarnos de la total estabilidad de la pieza.
2. Nunca se descenderá la carga a velocidad excesiva ni se realizarán paradas bruscas durante el descenso. Esto podría provocar el vuelco de la grúa.
3. Al terminar la maniobra se reunirán todos los útiles de izado, se limpiarán y se depositarán en su lugar correspondiente.


"Tu seguridad, nuestro compromiso"

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