Es un procedimiento de análisis de fallos potenciales en un
sistema de clasificación determinado por la gravedad o por el efecto de los
fallos en el sistema.
Es una de las herramientas más utilizadas en la
planificación de Calidad.
Es utilizado habitualmente por empresas manufactureras en
varias fases del ciclo de vida del producto, y recientemente se está utilizando
también en la industria de servicios.
Su finalidad es estudiar los posibles fallos futuros
(“modos de fallo”) de nuestro producto para posteriormente clasificarlos según
su importancia.
Características:
Carácter preventivo El anticiparse a la ocurrencia del fallo
en los productos/servicios o en los procesos permite actuar con carácter
preventivo ante los posibles problemas.
Sistematización El enfoque estructurado que se sigue para la
realización de un AMFE asegura, prácticamente, que todas las posibilidades de
fallo han sido consideradas.
Participación La realización de un AMFE es un trabajo en
equipo, que requiere la puesta en común de los conocimientos de todas las áreas
afectadas.
Tipos de AMFE:
- AMFE de Producto para evaluar su diseño.
- AMFE de Proceso para evaluar las deficiencias que puede ocasionar un mal funcionamiento del mismo en el producto o servicio.
Procedimiento:
- Selección del grupo de trabajo
- Establecer el tipo de AMFE a realizar, su objetivo y límites
- Aclarar las presentaciones o funciones del producto o del proceso analizado
- Determinar todos los posibles modos de fallo
- Determinar los efectos potenciales de fallo
- Determinar las causas potenciales de fallo
- Establecer su índice de prioridad
- Priorizar los modos de fallo y buscar soluciones
En un AMFE, se otorga una prioridad a los fallos dependiendo
de cuan serias sean sus consecuencias, la frecuencia con la que ocurren y con
qué dificultad pueden ser localizadas.
Un AMFE también documenta el
conocimiento existente y las acciones sobre riesgos o fallos que deben ser
utilizadas para lograr una mejora continua. El AMFE se utiliza durante la fase
de diseño para evitar fallos futuros. Posteriormente es utilizado en las fases
de control de procesos, antes y durante estos procesos. Idealmente, un AMFE
empieza durante los primeros niveles conceptuales del proyecto y continúa a lo
largo de la vida del producto o servicio.
Timing de un AMFE
Un AMFE debe ser actualizado:
- Al comenzar un ciclo (nuevo producto / proceso).
- Al cambiar las condiciones de funcionamiento.
- Cuando se realizan cambios en el diseño.
- Con la aprobación de nuevas leyes y normativas.
- Si el feedback recibido de los usuarios indican que hay un problema.
Ventajas
- Mejora de la calidad, fiabilidad y seguridad de un producto o proceso
- Mejorar la imagen y competitividad de la organización
- Aumentar la satisfacción del usuario
- Reducir el tiempo y coste de desarrollo del sistema
- Recopilación de información para reducir fallos futuros y capturar conocimiento de ingeniería
- Reducción de problemas posibles con las garantías
- Identificación y eliminación temprana de problemas potenciales
- Énfasis en la prevención de problemas
- Minimización de los cambios a última hora y sus costes asociados
- Catalizador del trabajo en equipo y el intercambio de ideas entre departamentos
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